¡Aceleración brutal con un sonido de película!Mercedes-AMG E 63 (W 212)
Por Ryno Issakson
En este campo, Mercedes-Benz siempre ha sido un actor de gran relevancia. Berlinas de gran nivel tecnológico y elevado desempeño han sido la constante desde la década de los años 60 y 70, comenzando con el 300 SEL 6.3 y después con el 450 SEL 6.9, los sedanes más rápidos del mundo en su momento.
Dentro de la gama de Mercedes-AMG, los sedanes medianos de la clase E siempre han sido protagonistas de primer nivel.
En este caso tenemos el Mercedes-Benz E63 AMG (posteriormente llamado Mercedes-AMG E 63), de la serie W 212, producido entre los años 2009 y 2016. También estuvo disponible en versión station wagon (S 212).
El E 63 fue el reemplazo directo de los modelos E 55 AMG y E 63 AMG de la serie W211, pero con un enfoque mucho más deportivo que sus antecesores, suspensión delantera revisada y relación de dirección más directa, que le da un comportamiento mucho más dinámico en curvas, y lo pone en igualdad de condiciones con el BMW M5 contemporáneo. En compañía con el C 63 AMG (W 204), el E 63 AMG (W 212) fue el encargado de dar el salto hacia un manejo más deportivo y dinámico para los sedanes AMG. Antes del E 63 AMG (W 212), la mayoría de los AMG eran automóviles muy rápidos en línea recta, pero no muy amigos de las curvas.
En la parte delantera, el E 63 contaba al comienzo con el motor V8 6.2 litros (M 156), heredado del E 63 de la serie W 211. La potencia subió en 11 HP, para un total de 518 HP, todo esto acompañado de un excelente sonido, tanto adentro como afuera. El E 63 AMG (W 212) es un carro muy rápido, con una aceleración de 0 a 100 km/h en 4.5 seg. y una velocidad tope limitada a 250 km/h. La caja de cambios es de siete velocidades 7 -MCT (no cuenta con el convertidor de torque tradicional, sino con una especie de multi embragues), la cual le ayuda a hacer cambios más rápido y a tener una mejor economía de combustible comparado con su antecesor.
Opcionalmente se podía pedir con el Paquete Performance P30 que venía con bloqueo de diferencial, suspensión deportiva AMG, timón de tres puntos, velocidad máxima no limitada de 297 km/h y rines forjados de 19’’.
Para el modelo del año 2012, hubo un cambio significativo. El motor atmosférico M156 fue reemplazado por el V8 biturbo de 5.5 litros, llamado M157. La potencia subió a 550 HP en la versión Perfomance Package. La caja de cambios se mantuvo, aunque la dirección pasó de ser hidráulica a eléctrica. Este motor tiene más potencia y torque, pero con un sonido de menor calidad comparado al M156, que ofrece un concierto espectacular a partir de las 5.500 RPM hasta las 7.200 RPM de su régimen máximo. Así mismo, el motor M156 tiene una respuesta más instantánea y lineal.
Para el modelo año 2014, debutó el facelift del W 212, con diferente diseño frontal, lateral, trasero e interior modificado. Apareció también, la opción 4MATIC para el E63 AMG, así como la versión S con más potencia y torque (más de 600 HP). También se modificó la programación de la caja de cambios para ofrecer unos cambios más rápidos.
Al manejar un E 63 AMG, sorprende que un automóvil de ese tamaño, sea capaz de producir tantas sensaciones de deportividad y bienestar en un solo ambiente. La aceleración es brutal acompañada de un sonido de película, la cruzada del eje delantero es parecida a la de un deportivo de la mitad de peso, la frenada impecable; y todo esto acompañado de una cabina de lujo con acabados de primer nivel y excelente confiabilidad mecánica.
El E 63 AMG muestra que cuando Mercedes-AMG se lo propone, puede hacer uno de los mejores automóviles del planeta, sin sacrificar utilidad en el día a día.
Su único pecado, el consumo elevado de gasolina, pero bueno, nada es perfecto.