El Adenauer se volvió un ícono en el mundo automovilístico, casi un mito. Será porque hay muy pocos, por sus 65 años cumplidos, por formar parte de los selectos Mercedes-Benz de la clase Representation (casi todos Pullman), por su elegancia, o quizás por su nombre, si bien es cierto que ningún modelo de estas series realmente se llama oficialmente así. 

Se les conoce como los Adenauer, por el apellido del célebre canciller alemán, quien ha sido considerado uno de los padres de la Unión Europea. Konrad Joseph Adenauer, para ser exactos, era además un buen seguidor de la marca Mercedes-Benz y por eso usaba seis de estos automóviles como vehículos oficiales y algunos para su uso personal. Fueron también en su época el símbolo de la República Federal de Alemania y de sus dignatarios. Sus parámetros estéticos y técnicos fueron establecidos antes de la Segunda Guerra Mundial como sucedió con las series de los famosos 170. 

Todos los Adenauer son en realidad 300. Esa es su denominación real, lo cual significa que salieron con 3.000 cc. Se presentaron en dos series y  varias generaciones con algunas variaciones estéticas y técnicas. En primer lugar la serie W 186 (1951-56)  que tuvo los 300 (1951-54), 300 b (1954-55) y 300 c (1954-55). Y luego la serie W 189 con los 300 d (1957-62). 

De líneas más cuadradas, el W 189 (o 300d) corresponde a la época de las generaciones Mercedes-Benz de los años 60. Es más largo y arrastra muchas de las características del 300 SL, tales como motor de inyección mecánica, suspensión trasera flotante y un chasis con adiciones estructurales necesarias para cargar su gran tamaño.

Es importante resaltar que el éxito de este conjunto se transforma en una carrocería y chasis autoportante que le permite dejar de tener el pilar o paral central, soportando el ajuste perfecto de cuatro puertas y hasta el desmonte de todas las ventanas laterales.

Su avance técnico más importante es una mezcla de combustible/aire que ya no era suministrada por un carburador, sino por inyección de colector de entrada intermitente. El 300 d se produjo con la transmisión automática ‘Detroit-Gear’ como equipo estándar, pero a pedido también estaba disponible la transmisión manual. A partir de marzo de 1958, también se podía pedir la dirección asistida. Desde diciembre de 1958, el aire acondicionado de Behr estaba disponible, por lo que el 300 d fue el primer automóvil Mercedes-Benz en tener esta opción.

Las versiones coupé y cabrio de estos modelos fueron denominadas 300 S que en su época fueron más costosas que los mismísimos  300 SL  (roadster y alas de gaviota) preferidos por la farándula mundial, si bien hay un 300 cabriolet D (W 186) muy célebre en el mundo, que en Colombia fue automóvil presidencial por varias décadas. 

Como datos curiosos, algunos de los Adenauer 300 d se podían alquilar por días en Mercedes-Benz con chofer incluido, al final de su producción llegó a tener dentro de su equipo de serie, teléfono móvil y máquina dictadora y su precio fue el mismo del Rolls Royce Silver Cloud y el Bentley S1.

El vehículo que tengo la suerte de disfrutar y presentar en estas páginas proviene de Cali, de la cochera de José Rafael Ortiz, quien se lo compró a la familia Garcés. Aunque él fue conocido como El Pastuso, se dice que nació en Popayán.

José Rafael era mi cuñado con quien compartí durante muchos años la afición a los automóviles. A causa de su muerte, me tomé la libertad de pedir quedarme con él Adenauer. 

La condición de este 300 d es realmente óptima en su categoría de automóviles conservados. Originalmente fue negro (DB 040), pero desconozco quién tuvo la brillante idea de pintarlo de azul oscuro, que tal vez corresponde al Dark Blue (DB 332) de la época, que francamente le sienta muy bien y le da un carácter especial en impecable combinación con su tapicería roja de cuero original. Su volante negro, el radio, las rejillas del aire, el reloj y su tablero, así como las maderas refuerzan una magnífica impresión sobre el diseño interior de los automóviles de alta gama de todas las épocas.

Este hermoso 300 d, uno de los tres que según datos de MBenz.expert hay en Colombia,  lo cuidamos, mimamos y disfrutamos como un miembro más de nuestra afición a los alemanes con Estrella.